O cómo forjar un viaje emocional que penetra tu alma
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I. La idea
Sasha, un niño ucraniano de nueve años, pasa los veranos con una familia de acogida catalana, compaginando dos realidades y maneras de vivir radicalmente diferentes.
Con él, emprendemos un viaje emocional lleno de contradicciones y formas de ver el mundo a partir de los ojos del mismo Sasha.
Después de cuatro meses de rodaje, y un año en la sala de montaje, Fèlix Colomer, director del documental, vio su proyecto realizado, valiéndole una mención especial en festival de cine de Valladolid y una nominación a los Premios Gaudí de la academia catalana.
¿Es Fèlix capaz de hacernos empatizar con esta idea y vivir dicho viaje de la mano de Sasha?
II. La ejecución del documental
Desde Ucrania a Barcelona; desde una infancia demasiado cruel a unas comodidades anormales para él.
Dos sociedades. Dos estilos de vida.
A partir de una excelente fotografía y banda sonora acertadísima, el director (Colomer) demuestra una sensibilidad de calado admirable, pues solo tenía 22 años cuando rodó el documental, demostrando lo que puedes llegar a conseguir cuando tienes una meta y disposición sólidas.
El viaje de Sasha, aunque sea “solo” de 54min, está lleno de turbulencias emocionales, creadas a partir de la intimidad que compartimos con el crio, a quien no parece molestarle la cámara, pues la naturalidad de todo el metraje es gratamente apreciada, permitiéndonos crear un vínculo con nuestro protagonista.
En este documental no hay entrevistas, solo hechos. Colomer utiliza magistralmente un tono neutral dónde nunca hay intervención guionizada alguna para intentar forzar un contexto emocional en concreto. Cada fotograma respira gracias a unos pulmones narrativos donde no hay lugar a la indiferencia.
Sin duda ayuda que la familia de acogida catalana resulten ser sus tíos, unos a quien debo dar las gracias de corazón; gracias por desnudarse emocionalmente, por regalarnos una experiencia que queda lejos, tristemente, de la normalidad; muchas veces por dinero; a veces por falta de intención.
Indiferentemente, una vez más, gracias, no sabía que necesitaba una experiencia como Sasha hasta que disfruté del visionado de este documental.
En esta web me enamora analizar el storytelling. Y eso he hecho, pero esta vez la historia que se nos explica no ocurre en un mundo fantástico o lleno de posibilidades abstractas. No.
Esta es una historia forjada en un mundo que conocemos, muy íntima y donde eres capaz de llegar a ver el alma del niño protagonista, al quién no puedes evitar querer inundar de abrazos.
El sufrimiento en su país de origen (Ucrania), la reacción de dicha atmosfera decadente por parte de la familia catalana; por el contrario, cómo la madre biológica de Sasha reacciona a las experiencias de su hijo.
Donde en un modelo educativo se instruye al niño con “si te pegan, tú les pegas” a “La violencia gratuita solo lleva a la cárcel y al maltrato gratuito”. Un choque de culturas de rabiosa realidad.
Es muy encomiable por parte de Colomer y su equipo el hecho de tomar la decisión de crear este documental, teniendo en cuenta que viajaron a un país en medio de un conflicto que, hoy en día, aún crea ecos cargados de lamento.
Con tanta película de Marvel uno tiende a perder de vista qué es en realidad un superhéroe… Estas dos familias, con Sasha como catalizador sentimental, nos pone los pies en el suelo y nos hace ver la suerte, y el privilegio, que tenemos al haber nacido en nuestras casas y, en general, con nuestras respectivas familias.
Gracias de nuevo a Colomer por una experiencia que, personalmente, me ha marcado más de lo que esperaba. Gracias a él y a todo el equipo humano que ha colaborado en crear un documental el cual debería ser de visionado obligatorio en todas las escuelas de nuestro país y del mundo.
Ми любимо тебе, Сашко
(Te queremos, Sasha)
III. La experiencia del Documental
Ha sido una emigración emocional mucho más compleja de lo que esperaba, la verdad. Contacté con el director en Likedin y, al ver que había realizado un documental, tuve curiosidad por verlo, indiferentemente de los reconocimientos obtenidos por parte de varios festivales de cine.
No pude tomar mejor decisión.
Sasha es un documental que todos deberíamos experimentar, pues nos enseña varias lecciones sobre la humanidad con la sutileza necesaria para asimilarlo con cuentagotas.
Un trabajo excelso de Fèlix Colomer y su equipo, que tienen las santas narices, por no decir otra cosa, de arriesgar tanto por algo tan bonito como la percepción de la realidad a partir de los ojos de un niño anegado de inocencia y pureza.
Por última vez, gracias.
Visitad filmin.com y alquilad el documental. Son solo 2€ y estaréis premiando un producto muy necesario y que pocas veces nos regalan.
Yo no tengo nada más a aportar. Apago mi teclado y sigo buscando entre el Cosmos Narrativo.
Y recordad que, después de todo, esto solo es una opinión…
Veredicto: Acomodado en el trono de la Zona desconocida; esperando un nuevo reto.